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Escribía san Agustín: “Cuando por primera vez los Apóstoles recibieron la Eucaristía, no la recibieron en ayunas. Sin embargo, no hay que acusar por esto a la Iglesia universal, en la que la Eucaristía se recibe siempre y solo por quien está en ayunas. Le complace al Espíritu Santo que, por reverencia ante tan grande Sacramento, e la boca del cristiano entrase antes el Cuerpo del Señor que otro alimento”.
Está claro cuál es el motivo del ayuno: por respeto hacia el Cuerpo del Señor. Se trata de disponerse a este encuentro con Cristo no solo desde el punto de vista espiritual, sino también material. Es toda la persona la que se dispone a entrar en comunión con el Señor, para dejarse transformar por Él. No se trata por tanto de observar una norma, sino de darnos cuenta de este gran don que vamos a recibir. Por esto es bueno disponerse a vivir la Misa con la oración y el recogimiento.
Anteriormente el ayuno antes de la Comunión comprendía cualquier alimento y bebida, hasta que Pío XII en 1953 permitió, además de las medicinas, también el agua. Respecto a la duración, desde el tiempo de santo Tomás de Aquino comenzaba la medianoche anterior. Pío XII, en 1953, la redujo a tres horas antes, y Pablo VI en 1965 a una hora.
Hoy, el Código de Derecho Canónico prescribe abstenerse “por espacio de al menos una hora antes de la sagrada comunión de cualquier alimento o comida, con excepción solamente del agua y los medicamentos”. Los ancianos, enfermos y personas que los cuidan pueden recibir la Eucaristía aunque hayan tomado algo en la hora anterior.
P. Antonio Rizzoli - http://www.aleteia.org/
¿Cuánto tiempo ayunar antes de tomar la Comunión?
Está claro cuál es el motivo del ayuno: por respeto hacia el Cuerpo del Señor. Se trata de disponerse a este encuentro con Cristo no solo desde el punto de vista espiritual, sino también material. Es toda la persona la que se dispone a entrar en comunión con el Señor, para dejarse transformar por Él. No se trata por tanto de observar una norma, sino de darnos cuenta de este gran don que vamos a recibir. Por esto es bueno disponerse a vivir la Misa con la oración y el recogimiento.
Anteriormente el ayuno antes de la Comunión comprendía cualquier alimento y bebida, hasta que Pío XII en 1953 permitió, además de las medicinas, también el agua. Respecto a la duración, desde el tiempo de santo Tomás de Aquino comenzaba la medianoche anterior. Pío XII, en 1953, la redujo a tres horas antes, y Pablo VI en 1965 a una hora.
Hoy, el Código de Derecho Canónico prescribe abstenerse “por espacio de al menos una hora antes de la sagrada comunión de cualquier alimento o comida, con excepción solamente del agua y los medicamentos”. Los ancianos, enfermos y personas que los cuidan pueden recibir la Eucaristía aunque hayan tomado algo en la hora anterior.
P. Antonio Rizzoli - http://www.aleteia.org/
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